miércoles, 4 de junio de 2008

Sociedad

Maximus dormía su cuerpo, pero no su mente. Maximus sentía que todo el cosmos le pertenecía, sabía que cada vez era mas difícil poder "sobrevivir" en esta sociedad, en este planeta tan maravillosamente condenado. Sin trabajo ni ahorros, sin techo, con deudas pendientes, deudas comunes de un tipo común, de alguien que debía poseerlas para poder "ser parte" de un macabro sistema.


Hoy estaba "afuera" pero profundamente entregado a sus pensamientos, a sus sentimientos inquebrantables. Muchas veces al ver gente en la calle le recorría ese escalofrío, esa sensación de saber que nadie esta tan lejos de ese lugar, que en un abrir y cerrar de ojos uno podría encontrarse allí, tal como Maximus se encontraba ahora. No solo la "institución" donde trabajaba lo había desplazado, también algunas "amistades". Maximus siempre fue polémico, desde joven. A veces era acertada su opinión, otras veces inmadura, sobre todo en su juventud, ahora siendo un hombre adulto, había aprendido y madurado, pero aún le quedaba la ironía "ácida" que lo arrojó a la calle. Maximus también era muy agradable, y de joven conocía muy bien como hacer sentir bien a muchos, todos eran practicamente iguales, todos necesitaban que los adulen, pero ante la crítica Maximus quedaba solo, así eran las cosas, sus grandes "amigos" ya no soportaban las críticas, ni mucho menos las críticas sobre el sistema capitalista mundial.

La hipocrecia generada por quienes desean imponer sus sucias ideas era su mayor disgusto, y Maximus combatía sin piedad este sistema. Pero pronto caía en la desgracia, y en la calle.

Cómo poder expresarse con libertad? cómo lograr combatir esa falsedad?

Sus amigos estaban en una posición económica buena. Pero sus ideales no eran compartidos por Maximus, quien detestaba tener que entrar en un sistema de conveniencias y estar a favor de quienes desean que todos funcione mediante la "imposición" y el capitalismo voraz, dejando de esta manera la "esencia" de la "cosa" de lado, para pasar a ser un "negocio rentable". Esto irritaba a Maximus hasta extremos impensados. Sus amigos siempre lo trataron como un loco, y el último tiempo decidieron apartarse de él. Sus alumnos lo admiraban, pero no se animaban a defenderlo por miedo a los castigos de los directivos, los padres se escandalizaban y lograron expulsarlo. Ahora Maximus tenia todo el tiempo del mundo para él. Nadie interfería en su vida, nadie le decía que debería hacer o decir, pero el mundo necesita ciertas hipocrecias para poder ser habitado. Necesitaba comer, tener un techo, aseo, en fin todo aquello que hace a un "humano" o uno hipocrita, y dominado hombre capitalista. Cómo comes? cómo obtenes medicinas sin una buena cobertura social? cómo estudias?, te vestís? cómo adquirís libros, cómo harías para tener tu hogar? esas preguntas eran clásicas, esas preguntas le planteaban sus amigos. Maximus no tenia familia, estaba solo, no contaba con una pareja, ni hijos.

Era un "antisocial" una especie de "bicho solitario" de bestia recluida.

Maximus sabía que millones de personas vivían así todos los días, que solamente un grupo muy reducido obtenía todas las locuras de una sociedad demencialmente globalizada, que muchos eran "excluidos", que muchos trataban de aparentar ser parte del "círculo selecto".

Cómo vivir con toda esa mentira?

Cómo dejar la vida pasar viviendo una gran y estúpida mentira?
Demasiadas cuestiones...

En ese momento Maximus vuelve a la "realidad" gracias a su amigo Jhanus.

-Maximus! Amigo despierta!
-Hola Jhanus! cómo estás?
-Bien, pero a ti no se te ve tan bien...
-Estoy en pleno proceso de análisis, pero no te preocupes amigo, pronto marcharé hacia la "sociedad" nuevamente.
-Te traje comida, algunos libros, y esta manta para que puedas cubrirte Maximus.
-Gracias amiguito, realmente agradezco tu ayuda.
-No demores tu regreso Maximus, de nada sirve que estes aquí sufriendo.
-Oh no! no sufro amigo, la sociedad sufre, ellos lo hacen con sus mentiras, sus consuelos torpes, ilusos, allí abajo está el verdadero sufrimiento.
-Yo estoy ahí Maximus.
-Lo sé. También la comida, los libros y la manta... pero necesito esto Jhanus, al igual que tu amistad, pero esto que me traes lo acepto porque entiendo que es parte de tu voluntad...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

no es facil ser diferente niño, no es facil, aquí desde mi soledad te doy mi mano de bicho raro y solitario.
besos!!!

Anónimo dijo...

massi, me abandonas?
:(
besos

PD:epero estés bien, solo eso...te quiero.